martes, 1 de marzo de 2011

Miguel Ángel Buonarotti


Michel angelo di Lodovico Buonarroti Simoni, conocido en español como Miguel Ángel, fue un escultor, arquitecto y pintos italiano renacentista, considerado uno de los más grandes artistas de la historia tanto por sus esculturas como por sus pinturas y obra arquitectónica.
Desarrolló su labor artística a lo largo de más de setenta años entre Florencia y Roma, que era donde vivían sus grandes mecenas, la familia Médicis de Florencia, y los diferentes papas romanos.


Triunfó en todas las artes en las que trabajó, caracterizándose por su perfeccionismo. La escultura, según había declarado, era su predilecta y la primera a la que se dedicó; a continuación, la pintura, casi como una imposición por parte de Julio II, y que se concretó en una obra excepcional que magnifica la bóveda de la Capilla Sixtina; y ya en sus últimos años, realizó proyectos arquitectónicos.
Nació en 1475, en Caprese, una villa de la Toscana. Fue el segundo de cinco hijos varones de Ludovico di Leonardo Buonarroti di Simone y de Francesca di Neri del Miniato di Siena. Su madre murió cuando Miguel Ángel tenía seis años. 

La decadencia económica empezó con el abuelo del artista, y su padre, que había fracasado en el intento de mantener la posición social de la familia, vivía de trabajos gubernamentales ocasionales. Regresaron a Florencia, donde vivían de unas pequeñas rentas procedentes de una cantera de mármol y una pequeña finca que tenían en Settignano, pueblo donde Miguel Ángel había vivido durante la larga enfermedad y muerte de su madre; allí quedó al cuidado de la familia de un picapedrero.

El padre le hizo estudiar gramática en Florencia con el maestro Francesco da Urbino. Miguel Ángel quería ser artista, y cuando comunicó a su padre que deseaba seguir el camino del arte, tuvieron muchas discusiones, ya que en aquella época era un oficio poco reconocido. Ludovico di Leonardo consideraba que aquel trabajo no era digno del prestigio de su linaje. Gracias a su firme decisión, y a pesar de su juventud, consiguió convencerlo para que le dejara seguir su gran inclinación artística.

Desde muy joven manifestó sus dotes artísticas para la escultura, disciplina en la cual empezó a sobresalir. Con doce años y gracias al consejo de Francesco Granacci, otro joven que se dedicaba a la pintura, entró en el taller de los famosos Ghirlandaio.
Allí permaneció como aprendiz durante un año, pasado el cual, bajo la tutela de Bertoldo di Giovanni, empezó a frecuentar el jardía de San Marcos de los Médicis, donde estudió las esculturas antiguas que había allí reunidas. Sus primeras obras artísticas despertaron la admiración de Lorenzo el Magnífico, que lo acogió en su Palacio de la Via Longa, donde Miguel Ángel se encontró con Angelo Poliziano y otros humanistas del círculo de los Médicis, como Giovanni Pico della Mirandola y Marsilio Ficino. Estas relaciones lo pusieron en contacto con las teorías idealistas de Platón, ideas que acabaron convirtiéndose en uno de los pilares fundamentales de su vida y que plasmó tanto en sus obras plásticas como en su producción poética.

Recorrido artístico
En Bolonia esculpió diversas obras bajo la influencia de la labor de Jacopo della Quercia. Pero después decidió partir hacia Roma, ciudad donde triunfó. Allí inició una década de gran intensidad artística, después de la cual, con treinta años, fue acreditado como un artista de primera línea. A los veintitrés años talló la "Piedad" del Vaticano, y posteriormente realizó el "Tondo Pitti". De la misma época es el cartón de "La batalla de Cascina", pintado para la Señoria de Florencia, y "el David", obra cumbre de la escultura, de una gran complejidad por la escasa anchura de la pieza de mármol, que fue colocado delante del palacio del Ayuntamiento de Florencia y se convirtió en la expresión de los supremos ideales cívicos del Renacimiento.


Más tarde, Julio II le encargó la realización de su monumento fúnebre: Miguel Ángel proyectó un complejo arquitectónico y escultórico monumental en el cual, más que el prestigio del pontífice, se loaba el triunfo de la Iglesia. El escultor, entusiasmado con esta obra, permaneció en Carrara durante ocho meses para ocuparse personalmente de la elección y la dirección de la extracción de los mármoles necesarios. Desgraciadamente, al regresar a Roma, el papa había dejado a un lado el proyecto del mausoleo, absorbido como estaba con la reforma de Bramante en la Basílica de San Pedro. Miguel Ángel, contrariado, abandonó Roma y se dirigió a Florencia, pero después de numerosas llamadas del pontífice que, hasta le llegó amenazar con la excomunión, se reunió con él en Bolonia.

Miguel Ángel aceptó dirigir la decoración de la bóveda de la Capilla Sixtina
. En esta obra ideó una grandiosa estructura arquitectónica pintada, inspirada en la forma real de la bóveda. En el tema bíblico general de la bóveda, Miguel Ángel interpuso una interpretación neoplatónica del Génesis y dio forma a un tipo de interpretación de las imágenes que consiguieron ser un símbolo del arte del Renacimiento.

Después de la muerte de Julio II, el artista hizo un segundo intento de seguir con la obra del mausoleo del pontífice. Con este propósito esculpió las dos figuras de "los Esclavos" y "el Moisés", que reflejan una atormentada energía.

Finalmente, después de la muerte de Bramante y de Rafael Sanzio, Miguel Ángel consiguió la total confianza del papado.

El gran retardo con que Miguel Ángel obtuvo en Roma el reconocimiento oficial fue atribuido a la heterodoxia de su estilo. Le faltaba el “decòrum”; el respeto por la tradición.

Por encargo de León X
, Miguel Ángel inició la fachada de la Basílica de San Lorenzo. Al terminar, Miguel Ángel trabajó en Florencia y construyó la Sacristía Nueva de San Lorenzo y la Biblioteca Laurenciana, en especial su escalera.

Al encontrarse a disgusto con la nueva situación política que se había instaurado en Florencia, abandonó la ciudad y se estableció en Roma, donde aceptó el encargo de Clemente VII para trabajar en el altar de la Capilla Sixtina
 y donde, realizó el magnífico "Juicio Final". Fue haciendo obras para la tumba de Julio II, y los frescos de la Capilla Paulina que representan "La conversión de San Pablo" y la "Crucifixión de San Pedro".

Últimos años
Durante los últimos veinte años de su vida, Miguel Ángel se dedicó sobre todo a trabajos de arquitectura: dirigió las obras de la Biblioteca Laurenziana de Florencia y, en Roma, la remodelación de la plaza del Capitolio, la capilla Sforza de Santa María Mayor, y la finalización del Palacio Farnesey y de la Basílica de San Pedro del Vaticano. De esta época son las últimas esculturas como "la Piedad Palestrina" o "la Piedad Rondanini", así como numerosos dibujos y poesías de inspiración religiosa.

El proyecto de la basílica vaticana, en el que trabajó durante los últimos años de su vida, simplifica el proyecto que concibió Bramante. Miguel Ángel creaba espacios, funciones que engloban los elementos principales, sobre todo la cúpula, elemento director del conjunto.

Primeras obras
Sus primeros dibujos fueron estudios sobre los frescos góticos de Masaccio y Giotto; entre las primeras esculturas se cree que hizo una copia de una Cabeza de fauno.

Los primeros relieves fueron "la Virgen de la escalera" y "la batalla de los centauros", en los que ya hay una clara definición de su estilo. Se muestra el claro heredero del arte florentino de los siglos XIV y XV, a la vez que establece una vinculación más directa con el arte clásico. En el relieve de mármol de "La batalla de los centauros" se inspiró en el libro XII de "La Metamorfosis" de Ovidio y se muestran los cuerpos desnudos en pleno furor del combate, entrelazados en plena tensión, con una anticipación de los ritmos serpenteantes tan empleados por Miguel Ángel en sus grupos escultóricos.

 La otra escultura, "la Virgen de la escalera", presenta un cierto esquema parecido a las de Donatello, pero en la cual se muestra toda la energía de la escultura de Miguel Ángel, tanto en la forma del tratamiento de los planos de la figura como en su contorno tan vigoroso y la anatomía del niño Jesús con la insinuación del contrapposto.
También realizó la escultura de un
 "Hércules" de mármol en su casa paterna; escogió este tema porque Hércules era, desde el siglo XIII, uno de los patrones de Florencia. 

La Florencia gobernada por Piero de Médici, hijo de Lorenzo el Magnífico, no satisfacía a Miguel Ángel, que viajó a Bolonia en octubre de 1494, donde descubrió los plafones en relieve de la puerta de San Petronio de Jacopo della Quercia, un maestro escultor del gótico tardío, del cual integra en su estilo los amplios pliegues de las vestiduras y el patetismo de sus personajes. Recibió el encargo de parte de Francesco Aldovrandi, de realizar tres esculturas para completar la sepultura del fundador del convento de San Domenico Maggiore, llamada Arca de Santo Domingo, para la que esculpió un "Ángel" porta candelabro, arrodillado que forma pareja con otro realizado por Niccolò dell'Arca, además un "San Próculo" y un "SAn Petronio".

En Florencia, talló dos obras: un "San Juan Niño" y un "Cupido durmiente". Del San Juan no se sabe mucho; hay tres indicaciones de dónde puede estar la obra, pero nada más. Del "Cupido durmiente", se explica que fue enterrado para conseguir darle una pátina antigua y venderlo al cardenal de San Giorgio, Raffaele Riario, como pieza auténtica, sin saberlo Miguel Ángel. 

Las tumbas de los Médici
El papa Clemente VII, hacia el año 1520, le encargó el proyecto para las tumbas de sus familiares Lorenzo el Magnífico, padre de León X, y su hermano Juliano, (padre de Clemente VII), y dos tumbas más para otros miembros de la familia: Juliano II y Lorenzo II, en la sacristía de la basílica de San Lorenzo de Florencia. El papa le propuso cuatro sepulcros, uno en cada pared de la planta cuadrada de la sacristía, una Virgen con Niño y las imágenes de los santos Cosme y Damián, que tenían que estar colocados en el centro de la estancia sobre un altar.
Una vez aprobado el proyecto, no se empezó a realizar hasta 1524, cuando llegaron los bloques de mármol de Carrara. Miguel Ángel aplicó las esculturas al lado de la arquitectura de las paredes; todas las molduras y cornisas cumplen la función de sombra y luz y, se componen de un sarcófago curvilíneo sobre las que hay dos estatuas con la simbología del tiempo. En la de Lorenzo, "el Crepúsculo". Encima de la tumba de Juliano están las alegorías de "la Noche", que anuncia la paz suprema y "el Día". 

Los retratos de estos personajes de la casa Médicis, que los esculpe junto a las obras de cada uno, son más espirituales que físicos, se muestra más el carácter que no la apariencia material.


Miguel Ángel realizó también la escultura de "la Virgen y el Niño", que es símbolo de vida eterna y está flanqueada por las estatuas de "San Cosme y San Damián", protectores de los Médici, ejecutadas sobre modelo de Buonarroti, respectivamente por Giovanni Angelo Montorsolo y Raffaello da Montelupo
. Aquí están enterrados Lorenzo el Magnífico (primer mecenas de Miguel Ángel) y su hermano Juliano.

Para estas tumbas esculpió también un "Joven en cuclillas"
 de mármol, que representa un joven desnudo, doblado sobre sí mismo; quería representar las almas de los "no nacidos". 
Una vez aprobado el proyecto, no se empezó a realizar hasta 1524, cuando llegaron los bloques de mármol de Carrara. Miguel Ángel aplicó las esculturas al lado de la arquitectura de las paredes; todas las molduras y cornisas cumplen la función de sombra y luz y, se componen de un sarcófago curvilíneo sobre las que hay dos estatuas con la simbología del tiempo. En la de Lorenzo, "el Crepúsculo". Encima de la tumba de Juliano están las alegorías de "la Noche", que anuncia la paz suprema y "el Día". 

Los retratos de estos personajes de la casa Médicis, que los esculpe junto a las obras de cada uno, son más espirituales que físicos, se muestra más el carácter que no la apariencia material.


Miguel Ángel realizó también la escultura de "la Virgen y el Niño", que es símbolo de vida eterna y está flanqueada por las estatuas de "San Cosme y San Damián", protectores de los Médici, ejecutadas sobre modelo de Buonarroti, respectivamente por Giovanni Angelo Montorsolo y Raffaello da Montelupo
. Aquí están enterrados Lorenzo el Magnífico (primer mecenas de Miguel Ángel) y su hermano Juliano.

Para estas tumbas esculpió también un "Joven en cuclillas" de mármol, que representa un joven desnudo, doblado sobre sí mismo; quería representar las almas de los "no nacidos".

Obra pictórica
La primera obra pictórica la empezó con doce años y fue “El tormento de San Antonio”. 
El artista recibió de Julio II el encargo de decorar la bóveda de la Capilla Sixtina; aceptó y concluyó los frescos cuatro años más tarde, tras un solitario y tenaz trabajo. El proyecto del papa era la representación de los doce apóstoles, que Miguel Ángel cambió por uno mucho más amplio y complejo. Ideó una grandiosa estructura arquitectónica pintada, inspirada en la forma real de la bóveda.
Al tema bíblico general de la bóveda, Miguel Ángel interpuso una interpretación neoplatónica con la representación de nueve escenas del Génesis, cada una rodeada por cuatro jóvenes desnudos, junto con doce profetas y las sibilas. Un poco más abajo se encuentran los antepasados de Cristo

Para empezar, hizo quitar los andamios que había colocado Bramante y puso unos nuevos diseñados por él. Su primer fresco fue “El Diluvio”. 

Obra arquitectónica
Se le encargó la urbanización de la plaza del Capitolio o "Campidoglio". Miguel Ángel, para que hubiera una visión unitaria, dispuso el Palacio de los Senadores (sede del ayuntamiento) en el fondo de la plaza, con unas escalinatas tangentes a la fachada; y delimitada a los lados por dos palacios: el Palazzo dei Conservatorio y el llamado Palazzo Nuevo construido ex-novo, ambos convergentes hacia la escalera de acceso al Capitolio. Los edificios fueron dotados de un orden gigante con pilastras corintias en la fachada, cornisas y arquitrabes, y proyectadas divergentes, no paralelas, de manera que la plaza quedaba en forma de trapecio, para conseguir la ilusión óptica de más profundidad.
El motivo empleado en el pavimento de la plaza, se diseñó con una retícula curvilínea inscrita en una elipse centrada en el basamento de la estatua de Marco Aurelio, y dividida en doce secciones, que recuerda el símbolo usado en la antigüedad para los doce signos del zodiaco, en alusión a la cúpula celestial. También es una referencia a la arquitectura cristiana, con el símbolo de los doce apóstoles. El tratamiento que hizo Miguel Ángel se parecía al tipo de "schemata" medieval para coordinar el ciclo lunar con otras interpretaciones como las horas y el zodiaco.

Miguel Ángel fue nombrado arquitecto de la basílica de San Pedro
. Cuando Miguel Ángel recibió el encargo de las obras, hizo ligeras variaciones, reduciendo las cuatro esquinas del cuadrado para que las áreas más pequeñas pudieran tener luz directa; suprimió el anillo con columnas y le dio un perfil más elevado. Al suprimir las torres, la cúpula se convirtió en el elemento predominante. 

 Basílica de San Pedro


Dibujos
Los dibujos de Miguel Ángel forman un conjunto muy numeroso e importante. Los primeros dibujos atribuidos al artista son las copias realizadas en la basílica florentina de la Santa Croce, del "Tributo y la Consagración de Masaccio" y el dibujo del "Alquimista", de invención propia.

En el dibujo de “La Piedad” que le regaló a Vittoria Colonna, la transformación de Miguel Ángel es evidente en el estilo. En esta obra, la figura de Cristo está tratada con mucha delicadeza, buscó la simetría orgánica con su madre María mirando hacia el cielo; ella extiende los brazos medio en cruz hacia arriba, mientras su Hijo los deja caer hacia abajo, todo en una composición simétrica que refuerzan las dos figuras laterales de unos niños y la cruz del fondo, que parte en dos mitades iguales el cartón y que tiene una inscripción sacada de Cantos de "El Paraíso de Dante".

Donatello

Donatello (Donato di Niccolò di Betto Bardi) fue un famoso artista y escultor italiano de principios del Renacimiento. Junto con Leon Battista Alberti, Brunelleschi y Massaccio, fue uno de los padres del Renacimiento. Donatello destacó en una fuerza innovadora en el campo de la escultura monumental y en el tratamiento de los relieves, donde logró representar una gran profundidad dentro de un mínimo plano, denominándose con el nombre de "stiacciato", es decir, "relieve aplanado o aplastado".

El David de mármol para la catedral de Santa María del Fiore en Florencia, fue su primera obra documentada en 1408, en los años sucesivos realizó numerosas obras en mármol, terracota, bronce y madera para diversos mecenas y ciudades. Regresó a Florencia en el año 1459 con el encargo de modelar unas placas en bronce para la Basílica de San Lorenzo y durante su elaboración falleció en diciembre de 1466.

Entre sus obras más importantes destacan "el David" de bronce en el museo del Bargello, el Púlpito exterior de la catedral de Prato, la estatua ecuestre de "Gattamelata" en Padua, "la María Magdalena penitente" en el museo del'Opera del Duomo en Florencia y "Judith y Holofernes" en el Palacio Vecchio.

Donatello fue el hijo de Nicolo di Betto Bardi, un cardador de lana, y nació en Florencia. Su padre era de vida tumultuosa que participó en la revuelta de los Ciompi, organizado por los cardadores de lana. Nicolás Maquiavelo describió esta revuelta años más tarde, dentro de su "Historia de Florencia". Más tarde, su padre, también participó en otras acciones en contra de Florencia, que le condujeron a ser condenado a muerte y después indultado. Fue un personaje muy diferente a su hijo, que era noble, elegante y delicado, por sus amigos y demás artistas era conocido bajo el nombre de Donatello.

Según unos informes de Vasari, el artista pasó sus últimos días abandonado por la fortuna, sus últimos años a consecuencia de una enfermedad paralizante los pasó en la cama y sin poder trabajar.

A su muerte aún le quedó la deuda de 34 florines de pago por el alquiler de su casa y esto ha dado lugar a debatir sobre su estado real de pobreza, pero la cuestión parece más bien relacionada con su total indiferencia en los asuntos financieros, que en toda su vida demostró tener el artista, por las cuestiones económicas. Muchas anécdotas dan testimonio de esta actitud. Los honorarios que recibió por su trabajo le habían asegurado grandes ganancias y también por otra parte Cosme de Médicis le había concedido una paga vitalicia semanal hasta el fin de su vida.


Formación

El artista fue educado en la casa de la familia Martelli, y recibió su primera formación en un taller de orfebrería. Viajó a Roma con Brunelleschi
, para estudiar el arte de la Antigüedad. Vieron gran cantidad de ruinas antiguas que pudieron estudiar y copiar para posteriormente inspirarse en ellas.

Se dice que hacían excavaciones en busca de "trozos de capiteles, columnas, entablamentos y restos de edificios". Su estancia en Roma fue decisiva para el completo desarrollo del arte italiano
 en el siglo XV, fue durante ese periodo que Brunelleschi estudio las medidas de la cúpula del Panteón y de otras construcciones romanas. Las construcciones de Brunelleschi y los monumentos de Donatello fueron la expresión suprema del espíritu en la era en que la arquitectura y la escultura ejercieron una potente influencia en los pintores de esta época.

Más tarde, Donatello regresó solo a Florencia, para trabajar en el taller de Lorenzo Ghiberti
, donde ayudó en la realización de la cera para la fundición de los modelos de la puerta norte del Baptisterio de San Juan. Esta actividad le permitió adquirir los conocimientos fundamentales de joyería y orfebrería. 

El
 "Pequeño profeta" realizado para el exterior de la Puerta de la Mandorla en la catedral de Santa María del Fiore en Florencia, está considerado como de los primeros trabajos producidos por Donatello. Sin embargo, hay una controversia sobre su atribución, al margen de las diferencias estilísticas entre las dos figuras de los “pequeños profetas”, que pueden ser debidas a la inexperiencia por la juventud del artista, también por la semblanza con obras similares de Nanni di Banco. En aquel momento los dos escultores estaban asociados y participaban en la decoración de la Puerta de la Mandorla de la catedral.

Se le encargó un "David en mármol" de medida natural, y que muestra una escultura más elaborada, para los contrafuertes del coro de la catedral; para el mismo sitio le encargaron a Nanni di Banco otra estatua en la que debería representar al profeta Isaías. Si se compara ambas esculturas se observa una flexión del cuerpo en la de Isaías que continúa siendo gótica y que parece no tener un eje central, mientras, la del David de Donatello, presenta un contrapposto perfecto. 

Esta obra no se tiene que confundir con una versión posterior sobre el mismo tema del David que realizó en bronce. En este primer "David" tiene un rostro poco expresivo, con una corona de amaranto, símbolo profano, y los miembros alargados aún recordando el estilo gótico tardío, muestra una colocación de contraste, con el punto de soporte en una pierna, correspondido con una torsión del tronco opuesta, con lo que forma el clásico contrapposto, el detalle de las manos indican un estudio profundo de anatomía.

También realizó la colosal figura sedente de "San Juan Evangelista", que ocupó una hornacina en la fachada antigua de la catedral, al lado del portal central, con otros tres evangelistas de autores diferentes: "San Marcos de Niccolò di Piero Lamberti", "San Lucas de Nanni di Banco", "San Mateo" de Bernardo Ciuffagni. En esta obra Donatello dio expresión a su manierismo gótico tardío y no sólo con las referencias cruzadas con la noble postura de las antiguas estatuas, sino buscando una verdadera humanidad en la expresión del rostro del santo con la disposición frontal, probablemente influido por la cabeza del Júpiter capitolino, hombros y torso geométricamente simplificados de acuerdo con la concepción semicircular, en la parte inferior de la figura la estilización favorece una naturalidad más acentuada, las manos son realistas y el ropaje que envuelve las piernas aumenta los volúmenes de los miembros. 

Donatello hizo bastantes obras; algunas de ellas son las siguientes.


Orsanmichele

La iglesia de Orsanmichele, es un edificio que en su origen fue construido para convento de una comunidad de monjas, más tarde se utilizó para tribunal civil y después para mercado de cereales, hasta ser destinado al culto mariano. Las arcadas de la plaza fueron cerradas por el arquitecto Francesco Talenti y se ordenó que cada "Arte de Florencia" (los gremios), colocasen en una de las catorce hornacinas de las pilastras exteriores, la imagen de su santo patrón. Así Orsanmichele se convirtió en un lugar público de exposición exterior a nivel de la vista.

Donatello participó con los encargos del
 "San Marcos" para el Gremio de los Hiladores, el "San Jorge" para el Gremio de los fabricantes de armaduras y el "San Luis de Tolosa" para el de los Capitanes de la parte de los Güelfos.

San Marcos

"San Marcos" está retratado como un antiguo filósofo con la cabeza con barba y vestido con una túnica anudada a la cintura. El rostro está esculpido con una expresión de seriedad digna y de integridad espiritual, que recuerda la del "San Juan Evangelista" de unos pocos años atrás. La pierna izquierda de "San Marcos", tiene una suave inclinación, en una forma ponderada, pero no quita que la actitud sea recta y solemne. El pequeño giro del cuerpo hace sobresalir ligeramente la figura de la hornacina, evitando la rigidez de una posición estrictamente frontal. La mirada del santo parece perderse en el horizonte. Con la mano izquierda, sujeta un libro abierto, que es el atributo clásico de los evangelistas.
 

La estatua fue quitada para protegerla de los bombardeos de la
 Segunda Guerra Mundial y para una restauración. En esta ocasión se limpiaron las zonas oscurecidas, que habían estado ennegreciendo la figura, para que apareciese la pátina de bronce y conseguir una armonización con las estatuas de mármol y las de bronce de Orsanmichele, se redescubrió en el modelo los restos del dorado en el cabello, la barba, las orillas de la vestidura, el libro y en el cojín donde apoya los pies la estatua. 


San Jorge
El "San Jorge" fue un encargo del Gremio de fabricantes de armaduras; el resultado venía condicionado porque, evidentemente, el gremio quería una obra donde tuviesen protagonismo las armas y armaduras. La figura, ligeramente en rotación alrededor del eje central, se basa en la superposición de tres líneas ovales: la cara con las cejas, el pecho y el escudo. El trazo de la cabeza, en la dirección opuesta a la del torso, es un recurso del artista para dinamizar la obra.

El bajo relieve en piedra de la base, probablemente añadido dos años más tarde, fue tallado con la técnica de "stiacciato"; es uno de los primeros ejemplos de una perspectiva central de punto de fuga, con carácter horizontal y que converge en el grupo central, con la representación de "San Jorge salva a la princesa", sacado de "La leyenda dorada" de Jacobus de Voragine. Las líneas de la capa, la armadura del santo y las alas abiertas del dragón, que captan la atención de la mirada del espectador, están en la línea del estilo gótico tardío. 

Sacrificio de Isaac
La escultura fue realizada para su colocación en el tercer orden  del campanario construido por Giotto para Santa María del Fiore, en su lado este.

Está representado Abraham en el momento del ofrecimiento en sacrificio de su hijo Isaac, con la pierna derecha apoyada sobre un haz de leña y con el cuhillo en la mano junto al cuello de Isaac, al que sujeta con la otra el cabello, en este grupo escultórico, al revés que en las de los otros profetas el movimiento no se consigue con las vestiduras, sino por la torsión y la anatomía de los cuerpos.

Obras en Siena
Más tarde, recibió el encargo para la decoración del baptisterio de Siena, al lado de otros artistas como Lorenzo Ghiberti, Jacopo della Quercia y Luca della Robbia.

Realizó uno de los relieves en bronce que corresponde al friso de la pila bautismal
, con el tema del "Festín de Herodes". En un primer plano expone, Donatello, la presentación de la cabeza decapitada de San Juan Bautista a Herodes
, apreciándose el horror en su rostro, que esto le produce. En la parte derecha, en primer término se encuentra Salomé. La arquitectura en perspectiva del segundo plano, con la clásica arcada, hace ver una gran profundidad, conseguida con un mínimo relieve, con la técnica del "stiacciato". Esta perspectiva central, fue usada por Brunelleschi, aunque en este relieve su aplicación lo convierte en uno de los más importantes del primer Renacimiento.

Ante la gran satisfacción de los comitentes, inmediatamente, le encargaron la ejecución de dos esculturas exentas, también en bronce y representando a "La Fe y La Esperanza" para incorporarlas a la gran pila bautismal. La "lauda sepulcral" de Giovanni Pecci, obispo de Grosseto, fue encargada a Donatello para la catedral de Siena, donde se encontraba trabajando en el baptisterio de San Juan de este templo. El artista representó en un relieve en bronce, la imagen del obispo que fue realizada en un finísimo relieve, adaptándose perfectamente en su disposición sobre el pavimento de la catedral.

Una de sus obras más conocidas es el "David de bronce"
Uno de los principales encargos de la familia Médici fue la obra del David, para situarla en los jardines de su palacio de Florencia.

Es una obra representativa del Quattrocento italiano, con la exaltación del cuerpo humano, que por primera vez se representaba desnudo en bronce, de tamaño natural, desde la Antigüedad clásica. Donatello representó un gran conocimiento de los clásicos unido al concepto humanista del renacimiento, buscando la perfección de la belleza en el cuerpo del joven David. El cuerpo está modelado por amplias y sencillas masas, con composiciones en diagonales, que demuestran el claro contorno de sus líneas.

Se encuentra la escultura firmemente apoyada sobre su pierna derecha, y el pie izquierdo sobre la cabeza de
 Goliat vencido, con una pose marcadamente descuidada, donde se muestra una influencia clara del estilo de Praxíteles, que se conoce también como contrapposto.

domingo, 27 de febrero de 2011

La escultura en el Renacimiento

Características de la escultura renacentista en Italia.
La aparición de lo que denominamos escultura del Renacimiento se entiende como el fruto de una evolución estética que viene desde el gótico. Además que, en el caso de Italia, estamos ante un país en que lo clásico pervivió de un modo especial a lo largo de toda la Edad Media y en el que el pasado romano impregna totalmente el ambiente cultural y artístico.

-El sentimiento clásico aparece antes en la escultura que en la arquitectura, ya en la Europa Gótica. Alcanza  una total independencia de la arquitectura y se desarrolla de  un modo absolutamente libre, en contraposición a los siglos de la Edad Media en los que la escultura había sido un complemento de la arquitectura y había permanecido subyugado a ella.

-En el Trecento, en Siena y Pisa, Nicolás y Juan Pisano difunden ya un arte naturalista y moderno. Es en Italia donde este temprano brote aparece debido a los abundantes restos de escultura romana que allí se conservaban.
-Utiliza materiales nobles como el mármol y el bronce, con los que se alcanza gran perfección.

-Los protagonistas son el hombre y la naturaleza, acentuándose el naturalismo, se busca la representación de la realidad, aunque a veces ésta se idealice, se intentan crear modelos ideales, que expresen el ideal humano tal y como se concibe en el Renacimiento. También es importante la preocupación por la expresividad de las figuras.

-En bulto redondo se realizan bustos, figuras de cuerpo entero, motivos funerarios y estatuas ecuestres; tampoco se descuida el relieve, utilizándose en la misma obra el alto, medio y bajo, para dar sensación de profundidad.

-La escultura renacentista se caracteriza por la proporción, la simetría y el canon; aunque continúa siendo fundamentalmente cristiana se subordina el simbolismo religioso a la consecución de la belleza, centrando su interés en la belleza formal de las figuras, estudiando así mismo la anatomía a través del desnudo y el retrato. También reaparecen los temas mitológicos.



Escultura italiana

La historiografía  divide este período entre los siglos XV y XVI, en dos etapas que toman el nombre de Quattrocento y Cinquecento.
- El Quattrocento
Mientras en el resto de Europa imperaba todavía el arte gótico, en Italia comienza en el siglo XV el Quattrocento o Renacimiento temprano. Es el momento en que triunfa el Hombre y la Naturaleza. La escultura va por delante de la arquitectura y de la pintura, desarrollándose vertiginosamente. Sus antecedentes tuvieron lugar en el sur de Italia, en la corte de Federico II, bajo cuya protección nació una escuela artística que traía ya luces anticipadas de lo que sería el Renacimiento del siglo XV. Fue la región de la Toscana durante el anterior periodo trecentista la que heredó esta nueva manera de hacer escultura en la figura de Nicolás Pisano, seguido por su hijo juan Pisano , y después Andrea Pisano (primeras puertas de bronce del Baptisterio de Florencia) y Nino Pisano.

                      Púlpito del baptisterio de Pisa, de Nicolás Pisano.

Nicolás de Puglia (Nicolás Pisano era el nombre con el que firmaba sus obras),  recibió el encargo de labrar el púlpito del baptisterio de la catedral de Puglia. Lo hizo siguiendo las nuevas corrientes aprendidas en Apulia sobre todo haciendo hincapié en la forma clásica del Hércules desnudo. Esta obra, el púlpito, está considerada como precursora del Renacimiento italiano.


Tras estos antecedentes, fue la ciudad de Florencia
 (ciudad próspera en estos momentos, con la poderosa familia de los Medici, mecenas y promotores del arte), la que tomó el protagonismo en la figura de su mejor representante: Lorenzo Ghiberti. A partir de este momento ya no se detectó ningún atisbo ni lastre medieval. La escultura florentina fue durante siglo y medio la dominadora del retrato de busto, del ecuestre, del relieve y del bulto redondo. El material empleado por excelencia en este periodo fue el mármol, seguido del bronce.

Ghiberti, Donatello y Jacopo della Quercia, como los mejores, seguidos por Ios della Robbia, Verrocchio, Antonio Pollaiuolo y Agostino di Duccio, formaron el grupo de grandes escultores de la escuela florentina del Quattrocento.

 "El David" de Donatello.

Esta etapa del Quattrocento comenzó con la obra escultórica de los relieves de las puertas del Baptisterio de Florencia realizados por Lorenzo Ghiberti, un joven escultor de veinte años. El Baptisterio ya tenía dos puertas labradas por Andrea Pisano en 1330, y en 1401 se convocó un concurso para las otras dos restantes. El concurso fue ganado por Ghiberti (en competición con Brunelleschi), terminando la primera de las dos puertas en 1424; su trabajo fue admirado y muy bien considerado, por lo que la ciudad le encargó la segunda puerta. Invirtió unos veinte años en labrar cada una; fue prácticamente la obra de su vida. Esta segunda puerta hecha por Ghiberti y cuarta del baptisterio es la conocida como "Puerta del Paraíso" , bautizada así por Miguel Ángel y considerada uno de los hitos del Quattrocento.

El segundo gran escultor de este periodo fue Donatello, diez años más joven que Ghiberti. Fue mucho más polifacético en su obra, concentrándose sobre todo en la figura humana. Donatello es tenido en la Historia del Arte como el precursor de Miguel Ángel y es, en verdad, un artista independiente, fogoso y realista. Su mayor interés fue la figura humana en las distintas edades, abarcando toda clase de tipos, gestos variados y expresando en su obra los estados espirituales más heterogéneos. Por otra parte, se considera a Donatello como un gran experto en el tema infantil, sobre todo en la expresión de la alegría de los niños (tribunas de las catedrales de
 Florenica y Prato). En la escultura de bulto redondo Donatello difundió el retrato renacentista del busto cortado horizontalmente por el pecho y no sobre pedestal (como era costumbre en la escultura romana). Esta manera de presentar los bustos-retrato fue adoptada por los escultores del Renacimiento y llegó casi hasta época barroca. 

En el siglo XVI el busto se fue alargando hasta ser cortado por la cintura. También dentro de la escultura de bulto redondo, Donatello fue el precursor de la figura a caballo en bronce en homenaje a un gran personaje y dispuesta en el centro de una plaza pública. La primera estatua ecuestre de Donatello fue la conocida como "Gattamelata" (condottiero Erasmo de Narni).
                                          Fuente Gaia en Siena.

Jacopo della Quercia  es el tercer gran escultor de esta escuela florentina y el único del grupo que no es natural de Florencia sino de Siena. Pertenece a la generación de Ghiberti. Su estilo es grandilocuente y masivo, en contraste con el estilo detallado de Ghiberti. Su obra maestra fue la portada central de San Petronio, en Bolonia, que comenzó en 1425. Se trata de una serie de relieves representando el Génesis y la infancia de Jesús, con bustos de profetas y la imagen de la Virgen de San Petronio. En sus relieves domina la monumentalidad y el tratamiento de hercúleos desnudos, anticipándose al estilo de Miguel Ángel. Jacopo della Quercia es el autor de la Fuente Gaia de Siena, de las tumbas de Ilaria del Caretto en Luca y de Galeazzo Bentivoglio en Bolonia.

El grupo de la familia de la Robbia está encabezado por Luca della Robbia, que se dedicó casi por completo al tratamiento de la infancia y juventud de la figura femenina. Luca creó una escuela en la que introdujo la técnica del barro vidriado, que fue apareciendo en los más diversos temas, desde el pequeño relieve hasta el retablo con copiosas figuras. También trabajó en mármol y en bronce. Andrea della Robbia, sobrino de Luca, fue el mejor dotado de sus seguidores. Es el autor de los tondos (medallones circulares) de niños labrados en el Spedale degli Innocenti
 de Florencia. El último del grupo fue Giovanni della Robbia, que no sólo era escultor, sino también decorador y, en ocasiones, alfarero.

                                   Lorenzo de Medici, por Verrocchio.

Andrea del Verrocchio estuvo muy influenciado por las obras de Donatello hasta el punto de repetir alguno de sus temas, como el David en Florencia o la estatua ecuestre del "condottiere Colleone" en Venecia (las dos de bronce). Verrocchio se caracteriza por su profundo estudio anatómico. Antonio Pollaiuolo fue también un buen representante florentino de la interpretación de la energía corpórea y del movimiento violento. Su obra maestra en este estilo es "Hércules y Anteo". Agostino di Duccio fue también un seguidor de Donatello, imitando su famoso "schiacciato", sobre todo en la decoración de la fachada del oratorio de San Bernardino en Perugia y en el templo Malatestiano de Rímini.

Otro gran escultor que trabajó en Módena fue Guido Mazzoni
 , cuya obra en su mayoría fue hecha en barro cocido pintado, técnica que estaba en estos momentos en gran auge. Una de sus composiciones más famosas fue el "Llanto sobre Cristo muerto" para la iglesia de San Juan de Módena, que a su vez debió influir en la obra del mismo título elaborada por Juan de Juni en 1463, a raíz de un viaje a las ciudades de Bolonia, Módena y Florencia. 

                             Llanto sobre Cristo muerto, de Mazzoni.

- El Cinquecento
El Cinquecento o pleno Renacimiento se desarrolló a lo largo del siglo XVI con características diferenciadas en cada una de las dos mitades del siglo, dominando el clasicismo en la primera y el manierismo en la segunda. Supuso el triunfo de las experiencias del Quattrocento. Una de sus características principales es el gusto por la grandiosidad monumental, teniendo siempre presente el hallazgo del Lacoonte. Mientras los artistas del Quattrocento crearon escuela en Florencia, los artistas del Cinquecento crearon sus obras y desarrollaron su arte principalmente en la ciudad de Roma, que pasó a ser el centro artístico del nuevo siglo. Florencia se mantuvo como ciudad renacentista importante, y se siguieron haciendo obras maestras de arte en la capital toscana durante este período, como el David, los sepulcros de las Capillas de los Médici, el Perseo de Cellini, etc. El artista representativo de este periodo es Miguel Ángel, personaje de gran fuerza y personalidad.

Miguel Ángel Buonarroti, discípulo también de la escuela florentina, resume en su persona casi todo el arte escultórico de su época en Italia (años 1475-1564). En los primeros treinta años de su vida conservó su cincel algunas tradiciones del siglo XV produciendo obras moderadas y bellas aunque vigorosas. A esta primera época se deben sus ponderadas esculturas de la Madonna de Brujas y la Piedad con algunos Bacos
 y Cupidos, y el David de Florencia. Pero desde el año en que los papas comenzaron a encargarle la construcción de grandiosos monumentos, creó un estilo gigantesco, vigorosísimo, lleno de pasión e independiente. De este género son las esculturas de los sepulcros de los Médici en la capilla de éstos en Florencia (de Julián y su hermano Lorenzo, cuya estatua sedente se conoce con el nombre de "Il Pensieroso" por su actitud pensativa) y las estatuas que preparaba el artista para el sepulcro del Papa Julio II sobre todo el famoso Moisés que halla en la basílica de San Prieto in Vincoli.


                                        "El David" de Miguel Ángel.

Sansovino
 (su nombre propio es Andrea Contucci) fue un artista educado entre los artistas florentinos que se manifiesta en sus esculturas amante de la forma exterior, de la anatomía  y del clasicismo, sobre todo en las estatuas que decoran los mausoleos del cardenal Ascanio Sforza y del obispo Basso Rovere en la iglesia de Santa María del Popolo, aparte de otras en Florencia y Venecia. Su discípulo Jacobo Sansovino trabajó principalmente en Venecia, siendo el gran difusor de la obra de Miguel Ángel. Una de sus mejores obras escultóricas es "el Baco".

Benvenuto Cellini
 fue, además de escultor, un gran orfebre. Su obra monumental en bronce de Perseo con la cabeza de Medusa fue un símbolo del triunfo de la familia Medici sobre la República florentina. Es el autor del Cristo de mármol del monasterio de “El Escorial”.


 "Perseo" de Cellini.

Bandinelli y Ammanati fueron dos escultores contemporáneos de Cellini que esculpieron para la plaza de la Señoría de Florencia las monumentales estatuas de Hércules y Caco y Neptuno. Los dos Leoni, Leone y Pompeyo (padre e hijo) fueron grandes fundidores en bronce y trabajaron principalmente en España, durante el reinado de Felipe II.

Los
 Médici o Médicis fueron una poderosa e influyente familia florentina. Ayudó al despegue del Renacimiento italiano.

De origen modesto (la raíz del apellido es incierta, reflejando posiblemente la profesión de "médico"), el poderío inicial de la familia surgió de la banca. El Banco Medici fue uno de los más prósperos y respetados en Europa. Con esta base, adquirieron poder político inicialmente en Florencia, y luego en toda Italia y Europa.

Juan de Médici, primer banquero de la familia, comenzó la influencia familiar sobre el gobierno florentino, pero los Medici se convirtieron en cabeza oficiosa de la república en 1434, cuando su hijo mayor Cosme de Médici toma el título de "Gran Maestro" la rama principal de la familia - formada por los descendientes de Cósimo - rigieron los destinos de Florencia hasta el asesinato de Alejandro de Médici, primer duque de Florencia, en 1537.
El poder pasa luego a la rama menor de los Medici - descendientes de Lorenzo de Médici - hijo menor de Giovanni di Bicci, comenzando con su tataranieto, Cosme I el Grande. La escalada de los Medici al poder fue relatada en detalle en la crónica de Benedetto Dei.
 Miembros de la familia Medici en un fresco pintado por Benozzo Gozzoli.

Los logros más significativos de los Medici fueron en el campo del arte y de la arquitectura, tanto que los talentos que ellos emplearon son hoy las referencias principales de ese período cultural en Italia y Europa.
Juan de Bicci de Médici, el primer mecenas de la familia, ayudó a Massaccio, y ordenó la reconstrucción de la iglesia de San Lorenzo en Florencia. Cosme de Medici patrocinó a notables artistas como Donatello y Fra Angelico. La principal "adquisición" de los Medici a través de la historia fue Miguel Ángel, que produjo una serie de obras para distintos miembros de la familia, comenzando con Lorenzo el Magnífico. Además de contratistas de obras de arquitectura y mecenas artísticos, los Medici fueron prolíficos coleccionistas, reuniendo multitud de obras que hoy forman la colección central de la Galería Uffizi en Florencia.
En arquitectura, los Medici son responsables de varios edificios notables en Florencia, incluyendo la Galería Uffizi, el Palacio Pitti, Jardines de Boboli, el Belvedere, y el Palacio Médici.